Mediante cartas de la época, es posible analizar las revueltas obreras en Alicante durante el siglo XIX y las de Alcoy en 1873 (la revolución del petrólio), que reflejan el descontento de los trabajadores. Estos conflictos laborales son claves para entender los cambios sociales de la época.
Resumen del texto:
Durante el siglo XIX, especialmente entre el liberalismo y la Restauración borbónica, resulta difícil encontrar correspondencia relacionada con actos revolucionarios, revueltas obreras o conspiraciones políticas. La alta tasa de analfabetismo, los intentos de golpe de Estado, la corta duración de las conspiraciones y el miedo a la represión complican la búsqueda de estos documentos.
Las revueltas en Alcoy y otras localidades valencianas y murcianas fueron pioneras debido al descontento de gremios y proletarios por los cambios en la fabricación y las condiciones de trabajo durante la Revolución Industrial.
En junio de 1843, la “Junta Local de Salvación” formada en Alicante para controlar el contrabando movilizó a la Milicia Nacional. En julio de 1873, la mayoría de las fábricas en Alcoy y Cocentaina detuvieron la producción y hasta 10.000 trabajadores se declararon en huelga. El alcalde de Alcoy pidió refuerzos, pero los trabajadores exigieron su dimisión y terminaron concentrándose frente al Ayuntamiento, donde la guardia municipal disparó contra la multitud. El resultado fue un muerto y varios heridos.
Con el alcalde atrincherado en el Ayuntamiento, los trabajadores, liderados por internacionalistas, formaron barricadas y tomaron a empresarios como rehenes, pidiendo un rescate para sufragar la huelga. El 10 de julio, tras horas de asedio, incendiaron el Ayuntamiento y otros edificios con petróleo, dando origen al nombre de la revuelta. Tras el asesinato del alcalde, lograron mejoras laborales, pero se enfrentaron a una fuerte represión gubernamental.